...Como el frío causa dolor al principio, luego anestesia, y al fin gangrena, así es la miseria para el alma. Ellos ya están anestesiados y paralizados de miseria, y no les queda calor en el pecho ni para gritar ni para sublevarse, y por pudor prefieren hundirse en silencio. Yo quiero hacerlo hoy por ellos, antes que la rutina me robe la capacidad de asombro y me anestesie a mí también…
...Confío, mi estimado amigo, en que su sensibilidad le sugerirá a usted la forma concreta de colaborar, para que sobre todo en este duro invierno llegue hasta nuestros pobres hermanos marginados de la cordillera, junto con su ayuda material, un haz del calor de su alma.-“YO LES DARÉ UN CORAZÓN NUEVO”
(Carta extraída del libro
"¿...DONDE ESTÁ TU HERMANO?"
del P. Francisco Calendino)
... DIOS LES RETRIBUYA CON CRECES TODO LO QUE HAN HECHO y siguen haciendo, especialmente en favor de nuestros hermanos aborígenes.-Gracias por su oración, sus nobles palabras de aliento, su apoyo y su compañía. Gracias a todos y gracias a cada uno, comenzando por los más antiguos, en los ya lejanos comienzos, los que compartieron la aventura de mi inexperiencia en las buenas y en las malas, en los pequeños éxitos y en los grandes fracasos.-
.... Cuando la pampa del Salado sumergió de nuevo en oscuridad total y solo me reencontré con mis pensamientos, y los dejé flotar a la deriva sobre un mar de nostalgia y zozobra, concluí mi jornada diciéndole a EL, al SEÑOR, MI ROCA:-Señor Dios, ¿no podría ser que fueran así todos los hombres de este planeta?... Sí, así… ¿como Don Roberto?... ¿como Florencio Kilapi?... ¿como “samaritano” del Evangelio (Lc. 10,23)?... ¿Por qué no?... Gracias, Señor Dios, porque por ellos se puede todavía seguir CREYENDO, LUCHANDO y ESPERANDO: ¡¡¡GRACIAS!!!
“¡GRACIAS, SEÑOR!!"
(Carta extraída del libro
"¿...DONDE ESTÁ TU HERMANO?"
del P. Francisco Calendino)
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